«EL CLUB DE LA LUCHA» ABRIÓ HACE 25 AÑOS.

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Hace 25 años fue 1999 y eso significa que fué uno de los años más prolíficos y creativos de toda la historia del cine. La crítica cinemátográfica especializada del momento consideró a «El Club de la lucha» (Fight Club) como una de las mejores películas no solo de ese memorable 1999 sino de la totalidad de la década de los años noventa. 

En todas las listas de éxitos elaboradas por los críticos de cine internacional de ese año tanto Fight Club como The Matrix figuran alternativamente como la primera y la segunda mejores películas en todas estas listas. Y la verdad es que no es para menos. El filme retrata de forma agridulce el desencanto y las frustraciones de toda una generación de jóvenes que cumplieron los 30 años durante la finisecular década de los 90. A esta generación perdida se la conoce, sobretodo, como la Generación X. Tanto la novela homónima de Chuck Palahniuk publicada en 1996 como su versión cinematográfica realizada por el director David Fincher y estrenada en 1999 reflejan de forma ácida los sueños rotos y anhelos frustrados de la llamada Generación X. Ambas versiones no están exentas de una implacable y satírica crítica social condimentada con una cierta filosofía nietzscheana que, en algunas escenas del filme, desemboca en una visión abiertamente nihilista. El filme provocó una gran polémica social tras suestreno y posterior divulgación en las salas de cine y distribución en los video clubs. Fue una controversia alrededor del uso y fomento de la violencia explícita tan solo com-parable al estreno y distribución casi treinta años antes de La naranja mecánica (1971) de Stanley Kubrick. Fight Club (estrenada El club de la lucha en España y El club de la pelea en Hispanoamérica) es una película satírica estadounidense de 1999 basada en la novela homónima del escrtitor Chuck Palahniuk. La cinta fue dirigida por David Fincher y protagonizada por Edward NortonBrad Pitt y Helena Bonham Carter. Norton in-

terpreta al protagonista, un «hombre común», cuyo nombre no se revela, que está aburrido con su profesión liberal en la sociedad estadounidense, así que funda un «club de peleas» clandestino con un vendedor de jabones llamado Tyler Durden (interpretado por Brad Pitt), y se ve envuelto en una relación con este y con Marla Singer, interpretada por Helena Bonham Carter.


Fotograma 1: El club de la lucha (1999) David Fincher.

La novela de Chuck Palahniuk fue escogida por Laura Ziskin, productora de la 20th Century Fox, quien contrató a Jim Uhls para escribir el guion de la adaptación cinemato-gráfica. David Fincher fue contratado como director entusiasta de este proyecto. Fincher desarrolló el guion con Uhls. Director y elenco compararon la película con Rebelde sin causa (1955) y El Graduado (1967). Fincher usó la violencia del filme como metáfora del conflicto entre las generaciones jóvenes y el sistema de valores publicitario.

Copió los matices homoeróticos de la novela  haciéndola incómoda al público y evitar que anticipasen el dramático giro final. A los ejecutivos del estudio no les gustó la película y reestructuraron la campaña de marketing para tratar de reducir las posibles pérdidas. Fight Club no cumplió las expectativas del estudio en taquilla y recibió reacciones polarizadas por parte de la crítica, volviéndose una de las películas más controvertidas y discutidas de ese año. Los críticos elogiaron la actuación, la dirección, los temas y los mensajes, pero debatieron sobre la violencia explícita y la ambigüedad moral. Con el tiempo la recepción del filme por parte de la crítica y el público fué muy positiva y obtuvo un gran éxito crítico y comercial con su lanzamiento en DVD, facilitando que se convirtiera en una película de culto. Hoy está considerada por muchos como una de las mejores películas de la década de 1990.

Argumento.

El narrador (Edward Norton) es empleado de una empresa automovilística que sufre de insomnio. Al negarse su médico a recetarle medicación y quejarse de su sufrimiento, le replica que vaya a un grupo de apoyo para ver lo que es el sufrimiento de verdad. Asiste a un grupo de apoyo de víctimas de cáncer testicular convenciéndoles que él también tiene la misma enfermedad, encontrando una liberación emocional que le cura el insomnio. Convertido en un adicto a los grupos de terapia y a la farsa de pasarse por víctima, le molesta la presencia de otra impostora —Marla Singer (Helena Bonham Carter)—, así negocia con ella el evitar coincidir en las mismas reuniones. Al regre-so de un vuelo de negocios, encuentra su apartamento destrozado por una explosión. Llama a Tyler Durden (Brad Pitt), vendedor de jabón que conoció en un avión y se reúnen en un bar. Tras conversar sobre consumismo Tyler invita al narrador a quedarse en su casa con la condición de que lo golpee. Ambos se enfrentan a una pelea  fuera del bar y el narrador se muda a la demacrada casa de Tyler. Siguen teniendo más peleas fuera del bar, atrayendo a más curiosos. Las peleas pasan al sótano del bar, donde se funda un club de lucha regido por una serie de reglas.

Fotograma 2: El club de la lucha (1999) David Fincher.

Marla sufre una sobredosis de pastillas y telefonea al narrador para que la ayude; él la ignora, no obstante Tyler toma la llamada de Marla y va por ella. Tyler y Marla comienzan una relación, en la que Tyler avisa al narrador de que nunca le hable a Marla sobre él. Se forman más clubes de lucha por el país, convirtiéndose en una organi-zación anticapitalista y anticorporativista llamada Project Mayhem (Proyecto Caos), con Tyler como líder. El narrador se queja a Tyler de que quiere involucrarse más en la organización, tras lo cual Tyler desaparece. Al morir un miembro (Bob) del Project Mayhem, el narrador intenta cerrar la organización y seguir la pista de Tyler. En una de las ciudades, un miembro del proyecto llama al narrador por el nombre de Tyler Durden. El narrador llama a Marla desde su habitación de hotel descubriendo que Marla también cree que es Tyler. Ve a Tyler Durden en la habitación y le explica que son personalidades disociadas dentro del mismo cuerpo. Tyler controla el cuerpo del narrador cuando éste duerme.

Fotograma 3: El club de la lucha (1999) David Fincher.

Tras la conversación el narrador se queda inconsciente. Cuando despierta, descubre por el registro de llamadas de teléfono que Tyler había hecho llamadas durante su desvanecimiento. Decubre los planes de Tyler de producir el caos social destruyendo los edificios que contienen registros de compañías de tarjetas de crédito. Así serían destruidos los ficheros de deudas bancarias de gran parte de la población. El narrador contacta con la policía, pero los agentes con los que habla también son miembros del Proyecto e intentan «cortarle las pelotas» por revelar los secretos de la organización. El protagonista logra escapar quitándole la pistola a uno de los agentes. Llega a uno de los edificios a demoler e intenta desactivar explosivos en un edificio, pero Tyler le somete y se desplaza a otro edificio para contemplar la explosión. El narrador, hostigado a punta de pistola por Tyler, descubre que al compartir cuerpo con Tyler también sujeta la misma pistola. Acepta su personalidad (Tyler Durden) y se dispara en la mejilla haciéndole saber a su otro yo que no lo necesita más en su vida. Tyler se desploma con un orificio de bala en la parte trasera de la cabeza, por lo que el narrador deja de proyectarle mentalmente. Después miembros del Project Mayhem le traen a Marla secuestrada, creyendo que es Tyler y les dejan a solas. Detonan los explosivos, tirando abajo los edificios, mientras el narrador y Marla observan la escena, cogidos de la mano.

Fotograma 4: El club de la lucha (1999) David Fincher.

Reparto.

  • Edward Norton – El narrador, un especialista en recuperación de automóviles itinerante que sufre de insomnio. A lo largo de la película adopta varios apodos, incluidos «Jack», «Cornelius», «Rupert» y «Travis».
  • Brad Pitt – Tyler Durden, un vendedor de jabón que se encuentra con el narrador en uno de sus viajes de negocios.
  • Helena Bonham Carter – Marla Singer, una mujer con quien se encuentra el narrador, quien va a grupos de apoyo para la catarsis y nota que también simulan síntomas. Es acomplejada y tiene tendencias suicidas.
  • Meat Loaf – Robert Paulson, un hombre con quien el narrador se reúne en el grupo de apoyo para el cáncer testicular.
  • Jared Leto – Angel Face, un hombre a quien Tyler Durden recluta en el club de lucha y lo incluye para misiones para el Project Mayhem.
  • Zach Grenier – Richard Chesler, el jefe del narrador.

Fotograma 5: El club de la lucha. David Fincher.

Los roles adicionales incluyen: Thom Gossom Jr. (en) como el Detective Stern, un investigador policial que investiga la explosión del departamento del narrador; Bob Stephenson como un oficial de seguridad del aeropuerto que detiene al narrador; Joon B. Kim como Raymond K. Hessel, un joven empleado de una tienda de conveniencia; Peter Iacangelo como Lou, un hombre agresivo que es dueño del bar en el que se lleva a cabo el club de lucha, y David Andrews como Thomas, miembro del grupo de apoyo para el cáncer testicular del narrador. Tim de Zarn (en), Ezra Buzzington y David Lee Smith aparecen como compañeros de trabajo del narrador, y Richmond Arquette interpreta a su médico.

Temas.

El personaje es un «inverso noventero» de El graduado: «un tipo que no tiene un mundo de posibilidades delante de él, (…) no puede imaginar una forma de cambiar su vida.» Confundido y enfurecido responde a su entorno creando en su mente a Tyler Durden, una especie de superhombre Nietzscheano. Mientras Tyler es lo que el narrador quería ser, él no es empático y no ayuda al narrador a tomar decisiones en su vida «que son complicadas y tienen implicaciones morales y éticas.» El director contó que Tyler puede tratar los conceptos de nuestras vidas de una manera idealista, pero no tiene nada que ver con los compromisos de la vida real como el hombre moderno lo sabe. Lo cual es: No eres realmente necesario para mucho de lo que está pasando. Está construido, solo necesita ejecutarse ahora. Mientras los ejecutivos del estudio temían que Fight Club fuera «siniestra y sediciosa», Fincher buscó hacerla «divertida y sediciosa» al incluir el humor para atemperar el elemento siniestro. Dijo que Fight Club era una cinta del género «Coming-of-age», destinada a treintañeros. Describe al narrador como un «hombre común», personaje sin nombre en el filme. Delineó el trasfondo del narrador: «Él trata de hacer todo lo que le enseñaron a hacer, buscando encajar en el mundo convirtiéndose en lo que no es.» El narrador no puede encontrar la felicidad, así que recorre el sendero de la iluminación en la cual debe «matar» a sus padres, su Dios, y su maestro. Al principio del filme, el ha «matado» a sus padres. Con Tyler Durden, mata a su Dios haciendo cosas que se supone que no debe hacer. Completa su proceso de maduración matando a su maestro, Tyler Durden.

Fotograma 6: El club de la lucha (1999) David Fincher.

Uhls describió a Fight Club como una «comedia romántica», que «tiene que ver con las actitudes de los personajes hacia una relación sana, una gran cantidad de comporta-miento que parece poco saludable y duro el uno al otro, pero de hecho funciona para ellos, porque ambos personajes están fuera del alcance psicológicamente.» El Narrador busca la intimidad, pero él lo evita con Marla Singer, viendo demasiado de sí mismo en ella. Mientras que Marla es una perspectiva seductora y negativista para el narrador, él en cambio abraza la novedad y la emoción que viene con hacerse amigo de Tyler Durden. El narrador se siente cómodo al estar conectado personalmente a Tyler Durden, pero se pone celoso cuando Tyler se ve envuelto sexualmente con Marla. Cuando el Narrador discute con Tyler sobre su amistad, Tyler le dice que ser amigos es secundario para seguir la filosofía que han estado explorando. Tyler también sugiere hacer algo con Marla, lo que implica que ella es un riesgo para ser eliminado. Cuando Tyler dice esto, el Narrador se da cuenta de que sus deseos deberían haberse centrado en Marla y comienza a apartarse del camino de Tyler. El Narrador se aleja de Tyler llegando a un punto medio entre sus dos yos conflictivos. El narrador no es consciente de inmediato de que Tyler Durden se originó en él y está siendo proyectado mentalmente. Él también promueve erróneamente los clubes de pelea como una forma de sentirse poderoso, aunque la condición física del narrador empeora mientras que la apariencia de Tyler Durden mejora. Mientras que Tyler desea «experiencias reales» de peleas reales como el Narrador al principio, él manifiesta una actitud nihilista de rechazar y destruir instituciones y sistemas de valores. Su naturaleza impulsiva, que representa el ello, transmite una actitud que es seductora y liberadora para el Narrador y los miembros del Project Mayhem. Las iniciativas y métodos de Tyler se vuelven deshumanizantes; él ordena alrededor de los miembros del Project Mayhem con un megáfono similar a los directores de campamentos chinos de reeducación.

Fotograma 7: El club de la lucha (1999) David Fincher.

Fight Club examina la angustia de la Generación X como «los hijos del medio de la historia». Norton dijo, Fight Club examina los conflictos de valores de la Generación X, como la primera generación criada en la televisión «que tiene su sistema de valores dictada en gran medida por la cultura publicitaria», incluye valores del tipo lograr la «felicidad espiritual a través de equipamiento casero», para después despertar al vacío de este «sistema de valores recibidos». Pitt dijo, «Fight Club es una metáfora de la necesidad de atravesar los muros que ponemos alrededor de nosotros mismos y solo ir por ella, para así poder experimentar el dolor por primera vez.» El filme también es paralelo a Rebelde sin causa (1955). Ambas investigan las frustraciones de las personas que viven en el sistema. Los personajes, tras sufrir la emasculación social, se reducen a «una generación de espectadores». Una cultura publicitaria define los «significantes externos de la felicidad» de la sociedad, lo que provoca una persecución innecesaria de los bienes materiales que reemplaza la más esencial búsqueda de la felicidad espiritual. Su personaje también camina por su apartamento mientras que los efectos visuales identifican sus muchas pertenencias de IKEA. Fincher describió la inmersión del Narrador, «Era solo la idea de vivir en esta idea fraudulenta de felicidad.» Pitt explicó la disonancia, «Creo que hay un mecanismo de autodefensa que impide que mi generación tenga una conexión honesta real o compromiso con nuestros verdaderos sentimientos. Estamos alentando a los equipos de futbol, pero no vamos a jugar allí. Estamos tan preocupados con el fracaso y el éxito, como si estas dos cosas son todo lo que te va a resumir al final.» La violencia en los clubes de pelea no sirve para promover o glorificar el combate físico, sino para que los participantes experimenten sentimientos en una sociedad en la que están entumecidos de otra manera. Las luchas representan tangiblemente una resistencia al impulso de ser «encerrados» en la sociedad. Norton creyó que la lucha entre los hombres quita el «miedo al dolor» y «la confianza en los significados materiales de su autoestima», dejándolos a experimentar algo valioso. Cuando las luchas evolucionan hacia la violencia revolucionaria, la película solo acepta a medias la dialéctica revolucionaria de Tyler Durden; el Narrador retrocede y rechaza las ideas de Durden. Fight Club deliberadamente da forma a un mensaje ambiguo, cuya interpretación queda en manos de la audiencia. Fincher elaboró, «Me encanta la idea de que puedes tener fascismo sin ofrecer ninguna dirección o solución. ¿No es el objetivo del fascismo decir, ‘Este es el camino que debemos seguir’?. Pero esta película no podría estar más lejos de ofrecer «algún tipo de solución».

Fotograma 8: El club de la lucha (1999). David Fincher.

Producción.

Creación.

La novela Club de la lucha de Chuck Palahniuk se publicó en 1996. Antes de esto, un empleado de la productora 20th Century Fox envió un preliminar de la novela al creativo de la compañía Kevin McCormick. Éste mandó que se revisase la novela para ver las posibilidades de hacer una adaptación cinematográfica, pero finalmente fue desestimada. Después McCormick se lo mandó a los productores Lawrence Bender y Art Linson, quienes también lo desestimaron. Sin embargo, los productores Josh Donen y Ross Bell le vieron potencial y expresaron su interés. Arreglaron unas lecturas no remuneradas del guion con actores para determinar la longitud del mismo, y la lectura inicial duró seis horas. Los productores cortaron secciones para reducir el tiempo de ejecución y después grabaron la versión corta de los diálogos. Bell mandó la grabación a Laura Ziskin, jefa de Fox 2000, quien después de oír la cinta compró los derechos de Fight Club a Palahniuk por 10.000 dólares.

Ziskin inicialmente consideró contratar a Buck Henry para la adaptación del guion, por las similitudes de Fight Club con la película El Graduado, cuya adaptación corrió a cargo de Henry. Donen y Bell recibieron presión de un nuevo guionista, Jim Uhls, y finalmente le escogieron por encima de Henry. Bell mantuvo contactos con cuatro directores para realizar la película. Consideró a Peter Jackson como la mejor opción, pero éste estaba demasiado atareado. Mandaron el libro a Bryan Singer, pero éste ni siquiera lo leyó. Danny Boyle llegó a leer el libro y a reunirse con Bell, pero finalmente se decantó por otra película. David Fincher, quien había leído Fight Club e incluso llegó a intentar comprar los derechos del mismo, habló con Ziskin sobre dirigir la cinta. Al principio tuvo dudas de aceptar trabajar para 20th Century Fox, debido a una mala experiencia a la hora de dirigir Alien 3. Para arreglar su relación con el estudio, se reunió con Ziskin y el director del estudio Bill Mechanic. En agosto de 1997, 20th Century Fox anunció que sería Fincher quien dirigiese la adaptación de Fight Club.

Fotograma 9: El club de la lucha (1999). David Fincher.

Casting.

El productor Ross Bell se reunió con el actor Russell Crowe para discutir la posibilidad de interpretar el papel de Tyler Durden. El productor Art Linson, quien se unió tarde al proyecto, se reunió con otro candidato, Brad Pitt. Linson era el productor jefe, por lo que los estudios decidieron dar el papel a Pitt en lugar de a Crowe. Pitt buscaba una nueva película tras el fracaso de su película Meet Joe Black de 1998 , además de que los estudios creían que Fight Club sería un mayor éxito comercial contando con una gran estrella. Finalmente la Fox contrató a Pitt y le ofreció un salario de diecisiete millones de dólares por la película. Para el papel del narrador sin nombre, el estudio deseaba un «actor más sexy» como Matt Damon para incrementar las posibilidades comerciales. Fincher, sin embargo quería a Edward Norton para el papel. 20th Century Fox ofreció a Norton la suma de 2,5 millones de dólares para que trabajase en Fight Club. Para poder trabajar en Fight Club tuvo que firmar un contrato con la Para-mount que estipulaba que aparecería en una de las futuras películas de la compañía por un salario menor. En enero de 1998, 20th Century Fox anunció que Brad Pitt y Edward Norton serían los protagonistas de la cinta. Los actores prepararon sus papeles tomando lecciones de boxeo, taekwondo y elaboración de jabón. Pitt visitó, de forma voluntaria, a un dentista para que le picara los dientes de delante para que el personaje no tuviese la dentadura perfecta. Las piezas se restauraron después de la grabación de la película. Para el papel de Marla Singer Fincher escogió hacer una audición con Helena Bonham Carter basándose en su actuación en una película de 1997.

Guion.

El guionista Jim Uhls trabajó en el primer borrador del guion, que no incluía la utilización de voice-over ya que la industria lo percibía como una técnica de la que se había abusado en el pasado. Cuando Fincher se unió al proyecto, pensó que la película requería de esa técnica, ya que creía que «la gracia» de la película provenía de la voz del narrador. El realizador dijo que la película sin voice-over aparentaba ser «triste y patética». Fincher y Uhls trabajaron el guion entre seis y siete meses y en 1997 contaron con un tercer borrador que reordenaba la historia y dejaba fuera algunos elementos de la novela. Al comenzar a trabajar su personaje, Pitt estaba preocupado porque creía que su personaje, Tyler Durden, era demasiado unidimensional. Fincher buscó la ayuda del escritor y director Cameron Crowe y contrató al guionista Andrew Kevin Walker  para ayudar. El realizador invitó a Pitt y Norton para revisar el guion produciendo cinco revisiones en un año.

Chuck Palahniuk elogió la adaptación cinematográfica de su novela y cómo la trama estaba más racionalizada que la del libro. Recordó cómo los escritores debatían si el público de la película creería el giro de la trama de la novela. Fincher apoyó incluir el giro, argumentando que «si acepta todo hasta este punto, aceptará el giro de la trama. Si siguen en la sala de cine, se la quedarán». La novela de Palahniuk contiene temática homoerótica, las cuales se incluyeron en la película para hacer que el público se sintiese incómodo y para acentuar la sorpresa de los giros en la trama. La escena en la que Tyler Durden se baña estando cerca el narrador es uno de los ejemplos; la frase, «Me pregunto si otra mujer es realmente la respuesta que necesitamos» fue para sugerir responsabilidad personal más que homosexualidad. Otro ejemplo es la escena del principio de la película en la que Tyler Durden inserta un cañón de pistola en la boca del narrador. El narrador encuentra redención al final de la película al rechazar la dialéctica de Tyler Durden, un camino que diverge del final de la novela cuando el narrador es internado en una institución mental. Norton trazó paralelismos entre la redención de la película y la de El graduado, diciendo que los protagonistas de ambas películas encuentran una posición intermedia entre dos divisiones de sí mismo. Fincher pensó que la novela estaba demasiado encaprichada con Tyler Durden y cambió el final para que se apartase de él: «Quería que la gente quisiese a Tyler, pero también quería que aceptasen su derrota».

Fotograma 10: El club de la lucha (1999) David Fincher.

Filmación.

Los directivos del estudio Mechanic y Ziskin previeron un presupuesto inicial de 23 millones de dólares para financiaciar el filme pero, iniciada la producción, se incrementó hasta 50 millones. New regency pagó la mitad y después subió hasta 67 millones. El directivo de New Regency y productor ejecutivo de la película Arnon Milchan pidió a Fincher que redujese los costes por lo menos 5 millones. El director se negó, por lo que Milchan amenazó a Mechanic con abandonar el proyecto. Mechanic buscó reafirmar el apoyo de Milchan mandándole cintas de las partes filmadas. Después de ver tres semanas de filmaciones, Milchan restableció la financiación de New Regency. Se fijo el presupuesto final de la película en 63 millones de dólares. Tiene las escenas de muy coreografiadas y los actores tuvieron que «darlo todo» para capturar efectos realistas como ser apaleados. La maquilladora Julie Pearce, que trabajó para Fincher en The Game (1997), estudió artes marciales y boxeo para dar realismo a los luchadores. Los maquilladores diseñaron dos métodos para crear sudor al momento: vaporizando agua mineral sobre una capa de vaselina y usando el agua sin adulterar para el «sudor mojado». Meat Loaf, quien interpreta el papel de un luchador del club, usó un arnés de más de 40 kilos para simular los pechos para el papel y también unas alzas de unos 20 cm en su escena con Norton para parecer más alto. La filmación duró 138 días y Fincher llenó más de 1500 rollos de película, el triple de lo habitual en un filme de Hollywood. Las lugares de grabación se ubicaron en Los Ángeles y alrededores y en el estudio Century City. El diseñador de producción Alex McDowell construyó más de setenta decorados. El exterior de la casa de Tyler Durden se construyó en San Pedro, California y el interior en el estudio insonorizado. Se dotó al interior de un aire deterio-rado mostrando el mundo fraccionado de los personajes. El apartamento de Marla Singer se basó en unas fotografías de los apartamentos Rosalind Apartments ubicados en la zona baja de Los Ángeles. La producción final se compuso de 300 decorados, 200 localizaciones y efectos visuales. 

Fotograma 11: El club de la lucha. David Fincher.

Cinematografía.

Fincher usó el formatoSuper 35 para filmar Fight Club que daba máxima flexibilidad al componer tomas. Contrató a Jeff Cronenweth como cinematógrafo. Fincher exploró diversos estilos visuales en Seven y The Game, así que Cronenweth usó elementos de ambas para Fight Club, utilizando un estilo chillón. Las escenas en que aparece el narrador sin Tyler Durden son realistas e insulsas. Fincher describió las escenas con Tyler como «más hiperrealistas en un sentido deconstruido —una metáfora visual de a dónde va el narrador». Los realizadores usaron colores muy desaturados en el vestuario, el maquillaje y la dirección de arte. Helena Bonham Carter usó maquillaje opales-cente para retratar a su personaje nihilista y romántico.El equipo aprovechó la luz natural y del entorno mientras rodaba en las ubicaciones exteriores. El director usó varios modos de iluminación para la cinta, escogió varias ubicaciones urbanas apreciándose las luces de la ciudad en los fondos. El equipo y él también se apoyaron en luces fluorescentes en otras de las ubicaciones para mantener el elemento de realismo e iluminar las heridas de los personajes. El director se aseguró de la poca iluminación de las escenas rebajando la visión de los ojos de los personajes. Fight Club se filmó sobretodo de noche y se rodó las escenas de día en lugares con sombra. El equipo dotó  sótano del bar con luz de trabajo creando brillo en los fondos. Se evitó usar técnicas complejas de trabajo de cámara para las primeras escenas de lucha en el sótano y en su lugar se optó por cámara fija. En escenas posteriores de lucha, se movía la cámara desde el punto de vista de un espectador lejano hacia el del luchador. Las escenas con Tyler Durden se escenificaron para ocultar que el personaje es una proyección mental del narrador sin nombre. No se le filmó junto al narrador con otra gente, ni se le muestra por encima del hombro en las escenas donde Tyler le da al narrador ideas específicas para manipularle. En las escenas anteriores a que el narrador conozca a Tyler, insertan la presencia de Tyler en tomas en solitario para crear un efecto subliminal. Tyler aparece en el fondo y desenfocado, como «un pequeño diablo en el hombro del narrador». Fincher explicó estas escenas subliminales: «nuestro héroe está creando a Tyler Durden en su propia mente, así que en este punto sólo existe en la periferia de la consciencia del narrador». Aunque Cronenweth generalmente trató la película de cine Kodak con normalidad en Fight Club, usó otras técnicas para cambiar su apariencia. Se usó flashing en la mayor parte de las imágenes tomadas de noche, se estrechó el contraste para afearlo a propósito, las letras escritas se ajustaron para parece estar poco expuestas, se usó la retención de plata ENR de Technicolor en un número selecto de copias para aumentar la densidad del negro en la película, y material de impresión de alto contraste fueron elegidos para crear un aspecto «pisado» en la impresión con una pátina sucia.

Fotograma 12: El club de la lucha (1999). David Fincher.

Efectos visuales.

Fincher contrató al supervisor de efectos visuales Martín Hawks para crear los efectos de Fight Club. Haug asignó a cada uno de los artistas de efectos visuales y a los expertos en diferentes instalaciones para trabajar en los distintos tipos de efectos visuales: modelación CG, animación, composición y escaneo. Se visualizó la perspectiva del narrador a través de su propia visión imaginaria y se estructuró un bastidor de miopía para el público. También utilizo imágenes previsualizadas de tomas desafiantes de la unidad principal y de efectos visuales como una herramienta de resolución de problemas para evitar cometer errores durante la filmación real. La secuencia del título de la película es una composición de efectos visuales de 90 segundos que muestra el interior del cerebro del Narrador a un nivel microscópico, la cámara se repliega hacia afuera, comenzando en su centro de miedo y siguiendo los procesos de pensamiento iniciados por su impulso de miedo. La secuencia, diseñada en parte por Fincher, se presupuestó por separado del resto de la película en un principio, pero la secuencia fue galardonada por el estudio en enero de 1999. Fincher contrató a Digital Domain y a su supervisor de efectos visuales Kevin Mack, quien gano el Öscar a los mejores efectos visuales por su trabajo en Más allá de los sueños de 1998, para hacer la secuencia. La compañía mapeó el cerebro generado por computadora usando un sistema-L, y el diseño fue detallado utilizando representaciones hechas por el ilustrador médico Katherine Jones. La secuencia de retroceso desde dentro del cerebro hacia el exterior del cráneo incluían neuronas, potenciales de acción y un folículo capilar. Haug explicó la licencia artística que tomó Fincher con la toma; «Si bien quería mantener el paso del cerebro como una fotografía de microscopio electrónico, esa apariencia debía combinarse con la sensación de una inmersión nocturna, aterradora y con poca profundidad de campo.» La poca profundidad de campo se logró con el proceso de trazaado de rayos. Otros efectos visuales incluyen una escena temprana en la que la cámara parpadea más allá de las calles de la ciudad para examinar el equipo destructivo de Project Mayhem que se encuentra en estacionamientos subterráneos, la secuencia era una composición tridimensional de casi 100 fotografías de Los Angeles y Century City hechas por el fotógrafo Michael Douglas Middleton. La escena final de la demolición de los edificios de oficinas de tarjetas de crédito fueron diseñados por Richard Baily de Image Savant, Baily trabajó en la escena durante más de catorce meses. A mitad de la película, Tyler Durden señala un cue mark, apodado como «quemadura de cigarrillo» en la película a la audiencia. La escena representa un punto de inflexión que presagia la próxima ruptura e inversión de la «realidad bastante subjetiva» que existía antes en la película. Fincher contó: «De repente, es como si el proyeccionista se hubiera perdido el cambio, los espectadores tienen que comenzar a mirar la película de una manera completamente nueva».

Fotograma 13: El club de la lucha (1999) David Fincher.

Banda sonora.

A Fincher le preocupaba que grupos experimentados en componer bandas sonoras no supieran atar bien las pistas de la película, así que buscó una banda que nunca hubie-se hecho algo similar. Se interesó por Radiohead, aunque finalmente escogió el dúo de productores breakbeat Dust Brothers para el trabajo. El dúo creó una banda sonora post-moderna que incluye loops de batería, scratches electrónicos y samples computerizados. Michael Simpson explicó: «Fincher quería romper moldes con todo lo relativo a la película y una banda sonora poco convencional ayudaba a conseguirlo». El clímax y créditos finales de la película presentan la canción «Where is my Mind?» de los Pixies.

Lanzamiento.

Marketing.

La filmación acabó en diciembre de 1998 editándose el metraje a inicios de 1999 preparando a Fight Club para una proyección para los altos ejecutivos. No recibieron la película en positivo y les preocupaba que la película no tuviera una audiencia. Se programó su estreno en julio de 1999 pero despues se cambió al 6 de agosto de 1999. El estudio retrasó el estreno de la películahasta el otoño. Se atribuyeron las demoras a la masacre de la Escuela Secundaria de Columbine a inicios de año. Los ejecutivos de marketing de la 20th Century Fox vieron dificultades en la comercialización del filme y consideraron comerciali-zarlo como película artística. Pensaron que la película se dirigía sobretodo a audiencias masculinas dada su violencia y creían que ni siquiera Pitt atraería a las audiencias femeninas. Las pruebas de investigación mostraron que la película atraía a los adolescentes. Fincher se negó a dejar que los carteles y los tráilers se centraran en Pitt y animó al estudio a contratar a la empresa de publicidad Wieden+Kennedy para diseñar un plan de marketing. La empresa propuso una barra de jabón rosa con el título «Fight Club» grabado como la principal imagen de marketing de la película; la propuesta fue considerada «una mala broma» por los ejecutivos de Fox. Fincher también lanzó dos tempranos tráilers en forma de anuncios de servicio publico falsos presentados por Pitt y Norton, el estudio no pensó que los tráilers comercializaran la película adecuadamente. En cambio, el estudio financió una campaña a gran escala de 20 millones USD para proporcionar un press junket, carteles, vallas publicitarias y tráilers para televisión que resaltaban las escenas de lucha de la película. El estudio publicitó Fight Club por cable durante las transmisiones de la WWE, lo cual Fincher protestó, creyendo que la colocación creaba un contexto incorrecto para la película. Linson creía que el marketing unidimensional «mal concebido» por el ejecutivo de marketing Robert Harper contribuyó en gran medida al tibio rendimiento de taquilla de Fight Club en los Estados Unidos.

Estreno.

El estudio estrenó mundialmente Fight Club en el 56º Festival Internacional de Cine de Venecia el 10 de setiembre de 1999. Se estrenó en Estados Unidos y Canadá el 15 de octubre de 1999 y recaudó 11,035,485 USD en 1,963 cines en su primer fin de semana. Ocupando el primer lugar en la taquilla del fin de semana. La mezcla de género de las audiencias de Fight Club, alegando ser «la película anti-citas definitiva», era de 61% hombres y 39% mujeres; el 58% de las audiencias tenían menos de 21 años. Pese la primera posición en taquilla del filme, su recaudación de apertura no estuvo a la altura de las expectativas del estudio. Durante su segundo fin de semana disminuyó 42.6% en ingresos, ganando 6,335,870 USD. Contra su presupuesto de producción de 63 millones USD, la película recaudó 37 millones USD de su estreno en cines en Estados Unidos y Canadá y obtuvo 100.9 millones USD en cines alrededor del mundo. El decepcionante desempeño de Fight Club en la taquilla norteamericana agrió la relación entre el jefe de 20th Century Fox Bill Mechanic y el ejecutivo de medios Rupert Murdoch, lo que contribuyó a la renuncia de Mechanic en junio del 2000. Se reviso Fight Club para su estreno en Reino Unido y removió dos escenas que incluían «una indulgencia en la emoción de golpear la cara de un hombre (indefenso) en una pulpa». La junta asignó a la película un certificado de 18, limitando el estreno a audiencias adultas en Reino Unido. El Consejo no censuró más, considerando y desestimando las reclamaciones de que la película contenía «información peligrosamente instructiva» y podría «alentar el (comportamiento) antisocial». La junta respondió: «La película en su conjunto, con toda claridad, es crítica y agudamente paródica del fascismo amateur que en parte retrata. Su tema central del machismo masculino (y el comportamiento antisocial que fluye de él) es enfáticamente rechazado por el personaje central en los carretes finales. Las escenas fueron restauradas en una edición de DVD de dos discos lanzada en Reino Unido en marzo de 2007.

Fotograma 14: El club de la lucha (1999) David Fincher.

Recepción critica.

Janet Maslin escribió que Fight Club llevaba un mensaje de «hombría contemporánea», y que, si no se miraba atentamente, la película podría malinterpretarse como un res-paldo a la violencia y el Nihilismo. Roger Ebert dijo que Fight Club era «visceral y dura» y también «un paseo emocionante disfrazado de filosofía». Más tarde afirmó que «al verlo en el transcurso de una semana, admiré aún más su habilidad, y su pensamiento aún menos.» David Ansen describió a Fight Club como «una mezcla escandalosa de técnica brillante, filosofar pueril, sátira mordaz y sobrecarga sensorial» y pensó que el final era demasiado pretencioso. Richard Schickel de la revista Time describió la puesta en escena del director como oscura y húmeda: «Impone el contraste entre las esterilidades de la vida sobre el suelo de sus personajes y su vida subterránea. El agua, incluso cuando está contaminada, es la fuente de la vida; la sangre, incluso cuando se derrama sin cuidado, es el símbolo de la vida siendo plenamente vivida. Para decirlo simplemente: es mejor estar mojado que seco.» Al estrenarse Fight Club en el 56º Fesstival de Venecia, el filme se debatió mucho por los críticos. Algunos críticos expresaron su preocupación de que la película incitaría el comportamiento imitador, como el visto en tres décadas anteriores tras el estreno de La naranja mecánica en Gran Bretaña. Tras el estreno en cines de la película, The Times dijo:»Tocó un nervio en la psique masculina que fue debatido en los periódicos de todo el mundo.» Los productores del filme llamaron a Fight Club «una descripción precisa de los hombres en la década de 1990», pero algunos críticos lo llamaron «irresponsable y atroz».  Christopher Goodwin afirmó: «Fight Club se perfila como la más controvertida meditación de Hollywood sobre la violencia desde La naranja mecánica de Stanley Kubrick.»

Gary Crowdus de Cineaste afirmó: «Muchos críticos elogiaron a Fight Club como una de las películas más emocionantes, originales y estimulantes del año.» (…) «Sintieron que esas escenas servían solo como una glamorización deslumbrante de la brutalidad, un retrato moralmente irresponsable, que temían que podría animar a los impresio-nables jóvenes espectadores masculinos a establecer sus propios clubes de lucha en la vida real con el fin de golpearse unos a otros sin sentido.»

Fotograma 15: El club de la lucha. David Fincher.

Fight Club fue nominada en el 2000 al Óscar por mejor edición de sonido, pero perdio ante The Matrix. En los Premios Empire del 2000, Bonham Carter ganó el galardón por mejor actriz británica. La Sociedad de Críticos de Cine en Línea también nominó a Fight Club a mejor película, mejor director, mejor actor (Norton), mejor montaje y mejor guión adaptado (Uhls). Aunque la película no ganó ninguno de los premios, la organización catalogó a Fight Club como una de las diez mejores películas de 1999. La banda sonora fue nominada a un premio Brit, pero perdió ante Notting Hill. Fue una de las películas mas controvertidas y discutidas de la década de los 90. Al igual que otros filmes estrenados ese año se la reconoció como innovadora en forma y estilo cinematográfico ya que explotó nuevos desarrollos en la tecnología cinematográfica. Tras su  estreno en cines, Fight Club se hizo más popular gracias al boca a boca y la recepción positiva del DVD la convirtió en una película de culto. El éxito de la película catapultó a Palahniuk a la fama mundial. Tras estrenarse Fight Club, se informó que en EEUU. abrieron varios clubes de lucha. Adolescentes y preadolescentes en Texas, Nueva Jersey, el estado de Washington y Alaska iniciaron clubes de lucha y publicaron vídeos de sus peleas en línea, lo que llevó a las autoridades a romper los clubes. En 2006, un participante involuntario de una escuela secundaria local resultó herido en un club de lucha en Arlington, Texas y las ventas de DVD de la pelea llevaron al arresto de seis adolescentes. Un club de lucha no autorizado también se abrió en la Universidad de Princeton. Se sospecho que el filme influyó en Luke Helder, un estudiante universitario que plantó bombas de tubos en buzones de correo en 2002. El 16 de julio de 2009, un joven de 17 años que había formado su propio club de lucha en Manhattan fue acusado de detonar una bomba casera afuera de una cafetería de Starbucks en el Upper East Side. El Departamento de Policía de Nueva York informó que el sospechoso estaba tratando de emular el «Project Mayhem». En septiembre de 2015, dos empleadas de Lightbridge Academy, una guardería de Nueva Jersey, fueron acusadas de instigar peleas «al estilo Fight Club» entre niños de cuatro a seis años de edad. Según los informes, las peleas fueron filmadas y subidas a Snapchat, una aplicación de mensajería de vídeo, e involucraron aproximadamente a una «docena de niños y niñas». En 2003, Fight Club fue catalogada como una de las «50 mejores películas de muchachos de todos los tiempos». En 2006 y 2008, Fight Club fue votada por los lectores de Empire como la octava y décima gran película de todos los tiempos, respectivamente. La revista Total Film clasificó a Fight Club como «La película mas grandiosa de nuestra vida» en 2007 durante el décimo aniversario de la revista. En 2007, la revista Premiere escogió la frase de Tyler Durden: «La primera regla del Club de la Pelea es: No se habla del Club de la Pelea» como la la 27ma mejor frase de película de todos los tiempos. En 2008, la revista Empire clasificó a Tyler Durden como octavo en una lista de los 100 grandes personajescinematográficos e iden-tificó a Fight Club como la décima gran película de todos los tiempos en su edición de 2008 Las 500 grandes películas de todos los tiempos.

Autor:       Juliano Martínez.

Imágenes: Google-Internet.

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